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El Real de a Ocho: la moneda española que dominó el mundo

¿Te gusta coleccionar monedas? Si es así, seguro que has oído hablar del legendario Real de a ocho, también conocido como peso de ocho, peso fuerte o peso duro, conocido en el mundo anglosajón como dólar español. Esta moneda de plata fue creada por los Reyes Católicos en 1497, y durante los tres siglos siguientes reinó como la primera moneda del mundo. Tanto es así que su valor excepcional, su calidad y su amplia aceptación en los mercados mundiales la convirtieron en la moneda de referencia para el comercio entre Europa, América y Asia. De hecho, su influencia fue tan profunda que inspiró la creación ni más ni menos que del dólar estadounidense, que tomó prestado su peso, ley y símbolo. No es de extrañar que los coleccionistas de monedas de todo el mundo codicien esta emblemática pieza.

Origen del Real de a ocho

El Real de a ocho surgió a raíz de la reforma monetaria de 1497, que estableció el real de plata como unidad de cuenta en la Corona de Castilla. El «real de a ocho» era una moneda española con un peso nominal de 550,209 gramos en el sistema español, lo que equivale a 27,468 gramos en el sistema métrico decimal. La moneda tenía una pureza del 93,055% y contenía 25,560 gramos de plata. Sin embargo, el peso y la pureza de la moneda variaron significativamente de una ceca a otra a lo largo de los siglos.

El real de a ocho se popularizó a partir del siglo XVI, con los reinados de Carlos I y Felipe II, que representaron el periodo de mayor expansión y poder del Imperio español. Gracias a la conquista de América, se desarrollaron nuevas minas de plata, especialmente en México y Perú, lo que permitió acuñar grandes cantidades de reales de a 8 en las colonias. La primera ceca se fundó en México en 1536, a la que siguieron las de Santo Domingo, Lima, Potosí, Guatemala, Santa Fe de Bogotá y otras. La mina de Potosí tiene resonancias legendarias, y la expresión «cuesta un potosí» aún pervive hoy para explicar que algo es muy caro.

El Columnario

En un principio, el real de a ocho tenía un diseño sencillo, consistente en el escudo de armas de los reyes de España en el anverso y una cruz con las columnas de Hércules y el lema «Plus Ultra» (que significa «más allá» en latín) en el reverso. Pues bien, a partir de 1732, se introdujo un nuevo diseño llamado «columnario» (nombre no oficial pero común para la moneda tipo real de a ocho de la América colonial española), que mostraba dos columnas coronadas por un globo terráqueo y rodeadas por el lema «Vtraque Vnum» («ambos son uno», en referencia al Viejo y al Nuevo Mundo). A partir de 1772, el anverso mostraba el busto del rey y la leyenda con su nombre y título

El papel del Real de a ocho en la historia y el comercio internacional

El Real de a Ocho fue la moneda que facilitó el comercio entre las distintas regiones del Imperio español, que abarcaba desde Europa hasta América, Filipinas y otras posesiones en África y Asia. El Real de a ocho (o, como es más conocido en el mundo anglosajón, el “Spanish dollar” o “dólar español”) se convirtió en la moneda internacional por excelencia, aceptada en todos los mercados, ya que tenía un valor constante y uniforme a lo largo y ancho del mundo. Su circulación fue tan amplia que se convirtió en la primera moneda de curso legal en Estados Unidos hasta 1857 y en la base para el desarrollo del dólar estadounidense, que, como comentábamos al principio, adoptó su peso, ley y símbolo.

Así pues, el Real de a Ocho fue también la moneda que impulsó el comercio mundial al facilitar el intercambio de mercancías entre continentes. Por ejemplo, fue la moneda utilizada en el famoso Galeón de Manila, que conectaba el puerto de Acapulco con el de Manila y llevaba a América y Europa productos asiáticos como seda, porcelana, especias y piedras preciosas. El Real de a ocho también se utilizó en el comercio triangular entre Europa, África y América, que implicaba el transporte de azúcar, tabaco y otros productos, así como el ignominioso transporte de esclavos. Era aceptado en los puertos africanos, los mercados otomanos, el Imperio mogol, China y Japón.

Esta moneda reflejaba el poder y la influencia del Imperio español en el mundo. Era codiciada por sus enemigos y competidores, hasta el punto de sufrir los ataques de piratas y corsarios, que asaltaban los barcos y flotas que transportaban la plata americana a España. El real de a ocho se mantuvo en circulación hasta el siglo XIX, cuando finalmente la corona inglesa y el dólar estadounidense la sustituyeron.

El Real de a ocho en el mercado numismático estadounidense

El Real de a ocho es una moneda que tiene especial relevancia para el mercado numismático de Estados Unidos por su vinculación histórica y monetaria con este país. No en balde, fue la primera moneda de curso legal en Estados Unidos, desde la independencia hasta 1857, y la base para el desarrollo del dólar estadounidense, que adoptó su peso, ley y símbolo. La moneda circuló en los trece estados originales y se utilizó para financiar la revolución, la guerra y la construcción de la nación. Por todas estas razones, el dólar español es una moneda que despierta el interés y la pasión de los coleccionistas estadounidenses, que la consideran una pieza fundamental de su historia y su cultura, y ello se traduce en fuertes pujas en las subastas.

Y hasta aquí la presentación de esta tan maravillosa como codiciada moneda que impactó tanto el comercio internacional. Ahora parece estar muy de moda, y muchos coleccionistas desean hacerse con una. Si tienes una y deseas hablar de sus características con nosotros, no dudes en escribir sobre ella en los comentarios. Nos encantará leer tu aportación.