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En este blog vamos a hablar mucho sobre curiosidades de la numismática y el arte de coleccionar billetes y monedas. Pero, ¿sabes cómo se inició el mundo del coleccionismo? ¿Y cómo hacer para  que tus ejemplares estén a buen recaudo y no pierdan valor? 

 Los orígenes del coleccionismo podrían estar vinculados a la aparición de la escritura y su uso para fijar conocimiento. Por todos es sabido que el conocimiento es poder y, ni más ni menos, este era el fin de coleccionar escritos por nuestros antepasados más remotos: reunir el conocimiento. En tiempos de conquistas tener información sobre costumbres, lenguas y religiones de territorios desconocidos era sumamente útil.

Será durante el s. XVI cuando el coleccionismo empieza a englobar otro tipo de objetos, bellos, raros o extraordinarios, más por su valor que por su utilidad. Esta actividad, por supuesto, estaba reservada para las altas esferas de la sociedad: la realeza, la nobleza y la iglesia. El origen del coleccionismo de objetos está ligado a la naturaleza social del hombre, circulando entre sociedades como un bien personal, un  tesoro, botín de guerra o patrimonio cultural.

 En la actualidad, muchas de las reliquias que encontramos en los museos de arte modernos provienen de estas colecciones privadas, bien por haber sido donadas en algún momento o compradas en tiempos de decadencia aristocrática. 

Hoy en día el coleccionismo, en su concepto más amplio, está al alcance de todos. Aunque la industria del coleccionismo está profesionalizada y mueve importantes cuantías de dinero en todo el mundo, los objetos a coleccionar no tienen por qué ser necesariamente valiosos. La actividad del coleccionista se ha redefinido de forma espontánea como un hobby al alcance de todos y del que cualquiera puede disfrutar.

 

La lista de colecciones posibles es tan extensa como personas dispuestas a coleccionarlas. Y dentro de los coleccionistas, los podremos encontrar más activos: aquellos que dedican tiempo y dinero a rastrear, buscar y organizar nuevos ejemplares para su colección, y más pasivos: tienen una colección adquirida (herencia, regalo, por fascículos… )  y no se implican en la búsqueda de nuevos ejemplares. 

 Así encontraremos colecciones más clásicas como las de relojes, monedas, sellos, minerales, cromos, obras de arte… hasta colecciones de lo más variopintas e ingeniosas como sobres de azucarillos, botellas de cerveza, chapas, miniaturas de todo tipo, pegatinas, zapatos… En fin, la lista sería infinita pues, como hemos dicho, cada cual elige lo que colecciona y la razón por la cual hacerlo y ¡eso es lo bonito!

La importancia de certificar tus coleccionables

En NCV grading somos apasionados de las monedas y billetes y queremos poner nuestro granito de arena para ayudar a todos los que comparten nuestra afición o están pensando en hacerlo. 

Comentábamos que el coleccionismo tiene una gran relevancia económica, moviendo grandes capitales de dinero en todo el mundo. Además de estar presente en los mercados más tradicionales como anticuarios, rastros, subastas, rastrillos… la industria va acoplándose a las nuevas tecnologías del mundo actual y utilizando, como no, el motor del siglo XXI: Internet. 

Como en cualquier otro terreno, Internet tiene sus ventajas  y sus desventajas también en este mundillo. Encontrar y vender artículos al otro lado del mundo nunca fue tan fácil, pero los riesgos de falsificación y estafa son mucho mayores que en el cara a cara.

 Es aquí donde los coleccionables certificados nos ofrecen la mayor garantía y máxima seguridad a la hora de hacer transacciones a distancia. Tanto si quieres comprar como vender artículos, te interesará descubrir algunos de los beneficios de buscar billetes o monedas certificadas:

  • Un coleccionable, billete o moneda, certificado, graduado  y encapsulado cuenta con el criterio objetivo de una empresa especializada basada en el análisis de su estado de conservación. No se trata de la opinión que tenga el dueño o el comprador de dicho artículo, sino del veredicto de un grupo de profesionales imparcial. 
  • La escala empleada para clasificarlos es la escala Sheldom, reconocida a nivel mundial. Una buena calificación en dicha escala es un atractivo vayas donde vayas. 
  • Minimiza de forma considerable el riesgo de recibir un coleccionable comprado a distancia con defectos que no se apreciaban en una fotografía o vídeo.
  • Garantiza el buen estado del billete o moneda, protegido en una funda incorruptible. 
  •  Su registro en las bases de datos con un código único dificulta cambiazos de última hora y garantiza originalidad.

Dicho de otra manera, si COMPRAS CERTIFICADO, tienes la opinión y garantía de autenticidad de un profesional desinteresado. Si VENDES CERTIFICADO, sabes que tu artículo no se devaluará y llegará en perfectas condiciones a su destino, sin sorpresas que desemboquen en una devolución. 

Si ya lo tienes claro, ponte en contacto con nosotros y te acompañamos en todo el proceso.