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Hemos tenido el placer de charlar con Yeray Páramo, José Molina Escribano, Rafa Zahiños y Javier García-Ortiz Cebeira sobre sus colecciones, puntos de vista sobre el mercado numismático y nos han dado algunos consejos que le vendrán genial a todo el que quiera aventurarse en este hobby.

YERAY PÁRAMO

Hablando una hora con alguien experimentado aprendes más que leyendo tres libros de numismática

Yeray, de Las Palmas de Gran Canaria, es coleccionista de monedas gracias a su abuelo, que con solo 8 años le regaló 2 céntimos del Gobierno Provisional y un dime de Estados Unidos.

¿En qué eres especialista? ¿Qué coleccionas?
Lo que más me gusta es la moneda castellana desde la Baja Edad Media hasta el siglo XIX, siendo el oro lo que más me motiva actualmente. Los cobres de los Austrias resellados fueron un reto para mí en su día y les dediqué mucho tiempo, aunque estéticamente nunca me gustaron y tampoco los colecciono. Fuera de esa línea temporal me gustan especialmente los tremises visigodos.

 

¿Qué errores reconoces de tus inicios? ¿Tienes algún consejo para los coleccionistas noveles?
Mis peores errores han estado relacionados con la limpieza: he afeado y depreciado monedas por no saber limpiarlas o por limpiarlas sin que lo necesitaran. Aconsejo a los nuevos que lean y escuchen con atención a los coleccionistas más experimentados porque a veces hablando con alguien durante una hora aprendes más que leyendo tres libros de numismática. Que vean muchas monedas, si es en persona mucho mejor, para tener una idea más certera de lo que les gusta y acostumbrar la vista a las monedas auténticas. Que investiguen sobre técnicas de acuñación y del trabajo en las cecas, de esa manera entenderán los defectos o virtudes que una moneda puede tener desde su origen, y también servirá para descubrir falsificaciones. También aconsejaría que no se apresurasen en comprar monedas compulsivamente sino que le dediquen tiempo a cada pieza, la analicen y estudien su contexto histórico y técnico. 

¿Cómo crees que está evolucionando el mercado y hacia dónde vamos?
Creo que el futuro de las monedas de alta calidad (EBC o superior) pasa por las empresas de graduación, lo estamos viendo desde hace unos años en subastas internacionales del más alto nivel, y en las españolas cada vez más. Es un paso obligado porque el mercado premia las piezas encapsuladas que tienen una calificación alta por haber sido analizadas y clasificadas por empresas internacionalmente reconocidas con una escala objetiva y precisa, como es la Sheldon. Una moneda encapsulada aumenta su valor en subasta de forma exponencial y todo vendedor quiere rentabilizar al máximo el beneficio. Incluso puede que llegue el momento en que una moneda sin encapsular quede fuera del mercado internacional y no se acepte por muchas subastas. De hecho, ya sucede que muchos coleccionistas no compran piezas sin slab. 

Por otro lado, estamos viendo que piezas mediocres y que hasta hace dos años nadie quería, por ejemplo duros columnarios con fuertes oxidaciones o importantes soldaduras y perforaciones, han cobrado interés para determinados coleccionistas que se ven abocados a ellas por la imposibilidad de adquirir ejemplares en calidad media o baja pero sin esas taras, ya que se han disparado en el mercado. A excepción de coleccionistas muy pudientes, el resto nos vemos obligados a bajar el nivel de calidad y belleza de nuestra colección o reducir notablemente la cifra de piezas que incorporamos.

Hablas de subida de precios, ¿a qué crees que se debe?
Las monedas siempre suben, los coleccionistas nos hacemos los sorprendidos y nos quejamos de que deberíamos haber comprado hace un año, pero la realidad es que hace un año también nos parecían caras y que habían subido. Es cierto que desde la pandemia este ascenso fue más evidente y súbito, creo que debido a que caprichos como cenas fuera de casa, viajes de placer y demás lujos cotidianos no se pudieron efectuar y la gente gastó el dinero en otras aficiones que sí estaban disponibles: al que le gustaban los relojes, se compró un Tag Heuer y al que le gustaban las monedas, tuvo más dinero para meterlo en subastas. Otro factor que ha influido, y siempre ha sido así, es la incursión de nuevos coleccionistas, coleccionistas ya experimentados que aumentan el nivel adquisitivo, etc. También creo que muchos profesionales se ven obligados a comprar en subasta porque muchos de sus proveedores ya no les llevan monedas sino que las ceden a las casas de subasta y ya no disponen de tanto género, o al menos de gran calidad. Es un factor que ha podido influir también en el aumento de precios.

¿Podríamos hablar de burbuja numismática?
Hay determinadas épocas o series que se han visto beneficiadas por ese meteórico ascenso de precios y creo que éstas sí están dentro de una burbuja y bajarán en algún momento. Un ejemplo está en los tremises visigodos. Pero las piezas más codiciadas internacionalmente como son los duros españoles de cecas americanas o el oro macuquino, por citar dos ejemplos, mantendrán estos precios o incluso seguirán subiendo de forma natural. En todo momento me refiero a piezas de calidad porque desde hace unos 10 años la rareza ha quedado relegada a un segundo o tercer plano y es la calidad y la belleza de una moneda lo que determina su valor en mayor medida. Es más, hay coleccionistas que adquieren sus monedas sin fijarse en que la fecha o la ceca le otorguen cierta rareza, únicamente fijándose en la conservación, belleza y calidad de la acuñación.

¿Cuál es la pieza más rara que has visto o tienes y porqué?
La más rara que han tocado mis dedos fue una dobla de 20 maravedís de Enrique II sin marca de ceca, solo sé de otro ejemplar que perteneció a la colección Caballero de Yndias. En cuanto a mis monedas, la más rara es un tremís de Suinthila de Acci con título y nombre de ceca distintos al tipo normal, 3 ejemplares conocidos.


JOSÉ MOLINA ESCRIBANO

Poder acceder a una subasta internacional con un solo click tiene sus pros pero también sus contras

Procedente de Blanca, a 35 km de Murcia capital, es amante de lo antiguo desde niño cuando guardaba todo lo que le llamaba la atención y podía sin que su madre lo tirara. La pasión por la numismática le llegó con 30 años. Empezó a estudiar, investigar y recopilar catálogos, libros y piezas para su colección que él mismo describe como “vistosa, extensa y apropiada para indagar en cualquier periodo de la nuestra historia”.

¿Cuál es tu predilección?
Por todo lo que supuso para nuestra historia, destacaría el periodo andalusí. Esos casi ocho siglos de Al-Andalus dan mucho para analizar numismáticamente. Dada su complejidad al ser monedas con escritura árabe y sin apenas imágenes, no todos se atreven a aventurarse en aprender e investigar. Es un periodo cargado de sorpresas aún por descubrir.’ Lógicamente   estas   piezas   andalusíes ocupan más de un 50% de mi colección.

¿Qué errores no volverías a cometer si volvieras atrás?
Errores   en   numismática   es   difícil   no   cometer,   ya   sea   en   compras, estados,  limpiezas   o   simplemente   cómo   mantener   y   guardar una colección. Para esto siempre es recomendable tener algún “padrino”, una o varias personas con una experiencia notable y de las que gocemos de su confianza serán la mejor herramienta antes de dar nuevos pasos, y más aún si son de altos costes. Cualquier duda que se tenga debe de ser subsanada antes de seguir dando pasos, de lo contrario caeremos en desilusiones y correremos el riesgo de no seguir adelante en este mundo tan apasionante. Preguntar las veces que sean necesarias, junto con una buena investigación particular, nos darán respuesta a casi todas nuestras dudas. Estamos de acuerdo en que los medios que tenemos a nuestra disposición hoy día   eran impensables hace unos años, las  facilidades de comprar y vender son cada día mayores  y desde cualquier parte del mundo. El poder acceder con un click a cualquier subasta internacional es un pro, pero también un contra. Cada país tiene su propio nivel adquisitivo y situación económica real en el momento  de realizar una puja en cualquier subasta. No es lo mismo   tener   que   combatir   en   subasta   con gente   con   tu   mismo   nivel adquisitivo, que gente a los que esos precios les parezcan calderilla (siempre han existido   ricos   y   pobres,   pero   ahora   se   suma   la   situación   de   países   y divisas).

¿ Alguna pieza especialmente rara que quieras contarnos?
En mi colección poseo un Handus inédito hasta día de hoy de Zirí Ibn Atiyya, año 338 H ceca   de   Fez,   reconociendo   solamente   a   Hisham   II   (plena   fitna   contra Almanzor), más algún que otro dírham muy escaso no conociéndose más de 5 piezas, con cecas desconocidas a día  de hoy. Como bien he dicho, es un periodo cargado de sorpresas esperando ser descubiertas.

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RAFA ZAHIÑOS

Puede que veamos una estabilización de los precios pero no una bajada

 

También de un pequeño pueblo esta vez de Badajoz, Valverde de Leganés, y frontera con Portugal. Siempre tuvo curiosidad por las monedas viendo a su abuelo, pero su pasión se despertó ayudando a su padre con las ovejas. Moviendo un terrón de tierra apareció una moneda de 25 céntimos de 1934 (II República) que fue el principio de su colección. “sentí que sería mi mejor hobby y no me equivoqué”

¿Cuál sería tu especialidad dentro de la numismática?
Moneda española y dentro de esa categoría los Reyes Católicos y los Austrias que son mis favoritos. Aunque siento debilidad por todo lo español en general. Colecciono piezas selectas, con variantes no conocidas, en calidad top siempre que el bolsillo lo permite. Si me tuviera que definir lo haría como coleccionista de rarezas, alternando con piezas en altas calidades.

¿Qué harías diferente si pudieras?
No me dejaría llevar por los demás o por las modas. Uno debe tener claro lo que quiere, cómo lo quiere y cómo acceder a ello sin esfuerzos personales ni económicos. Ese es mi consejo para aquel que comience a coleccionar, que acceda a lo que pueda sin fisuras. Si quiere coleccionar piezas económicas adelante, eso hará que con el tiempo vaya sabiendo qué es lo que quiere en un futuro. Al principio prácticamente nos gusta todo pero con el tiempo nos volvemos selectivos en conservaciones y en coleccionar de una u otra forma, ya sea de manera completista, por tipos, errores, variantes… hay múltiples maneras de coleccionar y todas son buenas.

¿Cómo crees que está evolucionando el mercado numismático?
 Está evolucionando al alza, con una tendencia desde hace varios años muy por encima de los pronósticos de mercado. Aún no hemos tocado  techo, lo vemos en subastas, numismáticas , convenciones… los precios se han duplicado y triplicado, por ende toca esperar que el mercado numismático se establezca . Dudo que haya bajones de precios, vamos hacia una estabilización de precios que aún no llega, toca esperar y ser pacientes.
Los precios han sufrido grandes aumentos, más en unas épocas que en otras, pero una subida es general en todas las épocas debido al incremento sustancialmente de coleccionistas, nuevos coleccionistas  y por supuesto de nuevos inversores. Estos últimos no saben coleccionar pero sí acaparar piezas que serán guardadas durante un tiempo indefinido como inversión . En todas las culturas y en todos los países siempre hubo recesiones económicas. Por eso en la antigüedad se guardaban las monedas, que por ser de metales nobles, plata y oro,  representaban una seguridad para el que las poseyera, hoy es igual pero como inversión segura. Otro detalle importante para mí es el incremento de estudios de Numismática y las redes sociales. Cada vez hay más coleccionistas porque se sabe más sobre el tema. Gracias a los investigadores y a sus obras el coleccionismo numismático es más interesante y más atractivo para muchos.

¿Consideras que estamos dentro de una burbuja?
Realmente considero que sí estamos en una burbuja numismática y que durará algún tiempo más, pero los precios en mi humilde opinión han venido para quedarse, quizás haya una estabilización,  aunque tardará en llegar.

Y, por último, ¿una pieza especial que recuerdes con cariño?
La pieza más rara que he visto, desde mi punto de vista, es un cinquentín acuñado en el Real Ingenio, precioso por su factura, que pude disfrutar en el Museo Arqueológico de Segovia. Y ya dentro de mi colección, por citar una, un 8 reales de ceca de Cartagena de Indias, acuñado por el Ensayador de la Era. Esta pieza lleva bajo el valor facial una H , pues el abridor de cuños pensó que de la Era , se escribía con H , de ahí que punzoneara en el cuño la H y no la E, a pesar que ya un Cartagena de Indias es raro de ver. 

 

JAVIER GARCÍA-ORTIZ CEBEIRA

 Los tiempos de denarios bonitos y económicos, o Columnarios baratos me temo que no los volveremos a conocer

Abulese de adopción y toledano de corazón, lleva desde los 8 años coleccionando piezas numismáticas relacionadas con la Península Ibérica. Al principio simplemente por curiosidad según caían en sus manos, pero pronto puso los ojos en las piezas con más historia al darse cuenta de lo asequibles que eran en aquella época.

 

¿Cuál dirías que es tu punto fuerte dentro de la numismática?
No me considero especialista en nada en especial, llevo toda la vida aprendiendo y lo seguiré haciendo hasta el último día. No solo en numismática sino también en el resto de disciplinas incluida la ingeniería, mi otra pasión. Lo cierto es que al final, como es un mundo pequeño,  te das cuenta de que eres más conocedor de ciertas piezas que algunos expertos. Es una afición que no cuesta aprender y después de sumar años descubres a un electricista que asesora de moneda árabe a catedráticos, a 
un ingeniero industrial que cataloga toda la moneda Navarra o como un ingeniero de Sistemas da un empujón gordo al conocimiento de la moneda medieval.
Personalmente me gusta coleccionar todas las épocas. He ido evolucionando con el tiempo por multitud de factores, como la cotización del oro (no era lo mismo comprar piezas a 12 euros el gramo que a 60). He estado centrado en algunas series como la moneda de los Reyes Católicos porque me marcaron de pequeño, y en otras como la moneda hispano-árabe porque es muy cautivadora y agradecida para seguir coleccionando piezas muy sugerentes en épocas en las que el bolsillo está más ajustado.

¿Qué aprendizaje te llevas de estos años?
El tiempo me ha enseñado que debes pagar lo que creas que vale y no cegarte con una pieza porque hay más monedas interesantes en subastas que dinero en el bolsillo. A  los que empiezan les diría que frecuenten los foros de numismática ya que es una manera divertida y acelerada de aprender que muchos no tuvimos.

¿Cómo ves el mercado en estos momentos?
Ha evolucionado de la mano de Internet y de las nuevas tecnologías. Antes éramos cuatro gatos los que pasábamos por delante de un escaparate de una numismática determinada o nos llegaban catálogos de una subasta por haber comprado en la anterior. Ahora todos nuestros hermanos hispanohablantes tienen el acceso a las mismas piezas que tú y algunas son más especiales para ellos, incluso. El mercado ha asumido esa demanda afectando a la competitividad de coleccionistas que persiguen cada pieza (más coleccionistas más competencia por las piezas y más fácil que haya gente con el bolsillo más desahogado que las deseen). Creo que la oferta se va reduciendo poco a poco con el paso del tiempo y la demanda va aumentando. Por consiguiente, y con permiso de las épocas de crisis económica, se irá haciendo más difícil la adquisición de algunos tipos de monedas de calidad.

¿A qué crees que se debe la subida de precios que estamos viviendo?
Como ya he dicho antes, la numismática española se ha hecho mucho más accesible para muchos coleccionistas, algunos por la facilidad de acceso a las subastas en España desde el extranjero. Otro factor que no se nos debería escapar es la mejora de los catálogos que explican al coleccionista la numismática hispánica. Por ejemplo, la numismática medieval tuvo un cambio positivo en la demanda después de sacar dos compendios de moneda medieval (uno de ellos se puede consultar de forma gratuita por Internet) lo que la hicieron fácilmente entendible por el gran público y, por tanto, más deseable.
Aún así, no considero que exista una burbuja numismática. Ahora tienen acceso fácil miles de coleccionistas que antes no lo tenían. Y según vaya subiendo el poder adquisitivo del resto de coleccionistas del otro lado del charco los precios seguirán subiendo a diferentes velocidades, cecas cómo las de Mejico, Potosí, Lima, etc… Se notará mucho la marcha económica de sus respectivos ciudadanos y moneda como la romana o la griega serán un refugio para la totalidad de los coleccionistas mundiales. Así que los tiempos de denarios bonitos y económicos, o Columnarios baratos me temo que no los volveremos a conocer.

¿Alguna pieza especial que haya pasado por tus manos?
He tenido en las manos muchísimas piezas raras, muchas únicas y es difícil escoger. De hecho, una particularidad de la numismática española es que debido a su riqueza de tipologías es relativamente económico y fácil tener piezas únicas.
Pero por nombrar alguna, lo haría con un dinero de Urraca que tiene un coleccionista en el que Urraca se denomina a si misma «Imperatrix» (emperatriz) lo cuál ha modificado los libros de historia.