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  Hemos entrevistado a 5 coleccionistas de billetes con muchos años de experiencia a sus espaldas. Nos han contado cómo empezaron, la situación del mundo del coleccionismo en estos momentos o qué errores no cometerían si volvieran a empezar. Interesante, ¿verdad?

FRANCISCO RIBERA 

Cada vez se rechaza más el billete manipulado

Natural de Carlet (Valencia) y conocido en el mundillo como ‘Paquito’, es aficionado al coleccionismo desde bien pequeño cuando empezó con los cromos. En 2002 se inició en el papel moneda de las pesetas, justo cuando nos despedíamos de la moneda española y nos íbamos acostumbrando al Euro.

¿Cómo empezaste a coleccionar billetes?
Todo empezó cuando me detuve frente a un escaparate de una tienda de numismática en el que tenían expuestos billetes de 100, 500 y 1000 pesetas que hacía años que habían retirado de la circulación. Verlos de nuevo y además a mi alcance fue algo mágico para mí. En ese momento me atrapó la notafilia y ¡de qué manera!

¿En qué eres especialista?
Me considero un buen coleccionista del billete español del s.XX. Durante todos estos años he aprendido de los grandes y también de mis propios errores. Hace unos 10 años empecé también a coleccionar billetes de prueba, los conocidos como ‘advertising y test notes’. Billetes ficticios o de propaganda que emiten las casas impresoras con todas las medidas de seguridad y un diseño espectacular. Es un coleccionismo muy reducido, apenas conozco a una docena de personas en toda Europa.

Dices que has aprendido de tus errores, ¿cuáles evitarías si volvieras atrás y qué consejos darías quien se quiera iniciar en este mundo?
Creo que me tomaría las cosas con más calma, sin prisas. Hay billetes para aburrir y también mucha especulación. No es para nada una inversión, todo lo contrario, pero es lo que me gusta. Y a quien esté empezando le diría que evitara comprar en los mercadillos y que tuviera cuidado con las convenciones. Lo ideal que vaya de la mano de alguien experimentado, aquí lo que el ojo no ve lo pierde el bolsillo. Tampoco puedo hablar bien de los comerciantes pues me han engañado mucho y tengo muy malas experiencias. Se hacen pasar por amigos pero realmente lo son de tu dinero. En resumen, hay que leer muchos libros, foros… integrarse en grupos, redes sociales, relacionarse con coleccionistas veteranos y preguntar cada vez. Navegar solo al principio es una locura. Yo lo hice durante casi 10 años y perdí una fortuna.

¿Cómo crees que está evolucionando el mercado y hacia dónde se dirige?
El mercado se está centrando en el billete en conservaciones altas que pueda ser certificado. Cada vez se rechaza más el billete manipulado. Por supuesto, las compras son por Internet y en casas de subastas de confianza. Yo, personalmente, no suelo comprar mis billetes ya certificados, se suele especular demasiado con la nota y prefiero verlos en mano y luego ya certificarlos por mi cuenta. Sinceramente, no veo futuro próspero en el coleccionismo de billete español.

Los precios han sufrido, en nuestra opinión, grandes aumentos en los últimos años. ¿A qué crees que se debe?¿Consideras que estamos en una burbuja numismática?
Cuando yo empecé en 2002, con la desaparición de la peseta y el bienestar económico, los precios se dispararon y cada año subían un promedio de un 15 o 20%. Luego con la crisis los precios se desplomaron y, aunque se ha estabilizado todo un poco, los billetes siguen caros. La oferta y la demanda determinarán los precios, como siempre.

¿Cuál es la pieza más rara que has visto?
En la famosa subasta de Cayón de 2005, sin apenas conocimientos, pude ver en las oficinas de la calle Orfila los clásicos de 1000 pesetas de Murillo (1880) Cervantes (1884) o las 500 de Goya de (1874) entre otros. En mi colección tengo algunas piezas interesantes, pero nada del otro mundo, los dos de 1000 y 500 pesetas de 1907 y en test notes he conseguido algunas cositas verdaderamente raras pero, debido a la poca demanda, no despierta gran interés así que me los disfruto yo solito.

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RAMÓN COBO

Solo un cataclismo como el de Afinsa podría trastocar el mercado notafílico

Lleva coleccionando billetes desde 1977 y, además, es autor de más de 100 artículos y dos libros sobre el billete español: Obligaciones, vales y documentos puestos en circulación como papel moneda en España y  Papel moneda emitido por organismos estatales, entidades locales, empresas y sindicatos durante la Guerra Civil en el Norte de España.

¿Cómo empezaste en el coleccionismo?
Empecé a coleccionar sellos en 1952 y lo dejé cuando me di cuenta de que los comerciantes y Correos me estaban tomando el pelo con las nuevas emisiones. En 1977 me regalaron cinco billetes de 25 pesetas de Albéniz. Me gustaron así que estuve mirando billetes en la filatelia donde compraba los sellos y me animé a comprar alguna peseta más y hasta hoy.

¿Cuál es tu fuerte?
Me considero especialista en el papel moneda emitido de forma alegal durante el siglo XIX y principios del XX, sociedades de crédito, bancos de Baleares etc. y en las emisiones del Norte de España durante la Guerra Civil. Colecciono España del siglo XX y lo referente al papel moneda alegal español mencionado antes (creo tener una de las mejores colecciones de ese tema).

¿Qué harías diferente si volvieras a empezar?
El  único error que no cometeré, y que cometí en ocasiones, es confiar en comerciantes. Diría que el 95% carecen de conocimientos suficientes y priman el tema crematístico sobre cualquier otra cosa. Mi recomendación para los nuevos coleccionistas es que estudien y adquieran algunos libros referenciales.

¿Qué opinas de la subida de los precios en este mercado?
El mercado de la notafilia es como cualquier otro,  oferta y demanda con sus altas y bajas. Entre los años 2005 y 2010 los billetes tuvieron mucho mayor precio que en la actualidad, bajaron brutalmente y ahora suben otra vez. Creerse que habrá estabilidad es no conocer el poder del mercado.  Solo un cataclismo como el que hubo en la filatelia por culpa del escándalo Afinsa podría trastocar el mercado notafílico. Si alguien colecciona pensando en si están caros o baratos los ejemplares o si lo hace por pura inversión, se confunde totalmente. El coleccionismo debe tratarse como un entretenimiento y, como tal, solo debe estar en función de las disponibilidades propias.

¿Cuáles son las piezas más excepcionales que tienes o que has visto?
Fui amigo de Zacarías Mateos y Félix Cuquerella y vi sus colecciones y stock respectivamente. En papel moneda de entidades de crédito, de Baleares y de banca privada tengo bastantes ejemplares muy interesantes. Del siglo XX tengo piezas muy raras, quizá llamaría la atención a un coleccionista principiante el 500 pesetas de 1903.

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JUAN FRANCISCO HUERTA

Podríamos estar creando una burbuja dentro del mercado

Colecciona billete español desde antes de que saliera el Euro. Todo empezó cuando guardaba billetes para el recuerdo y en la actualidad cuenta con una bonita colección certificada.

Eres especialista en billete español, ¿Qué periodos coleccionas?
Alfonso XII, Alfonso XIII, República, Provincias, Estado Español, Juan Carlos y los euros.

¿Qué errores no volverías a cometer? ¿Algún consejo para los principiantes?
Comprar compulsivamente sin mirar calidades y coleccionar parejas correlativas. A los que empiezan les diría que primara calidad frente a cantidad y que aprovecharan cada situación sin prisas.

¿Hacia dónde crees que se dirige el mercado?
Hacia los billetes sin circular y la certificación. Las notas altas por las que cada vez se paga más. Podríamos estar creando una burbuja pero no considero que estemos en ella.

Es cierto que los precios han subido mucho en los últimos años. ¿A qué crees que se debe?
A los billetes manipulados y a que cada vez hay menos billetes buenos y más coleccionistas estrictos.

Por último, ¿una pieza que recuerdes como excepcional?
La pieza más rara que no he podido tener son las 5000 pesetas de 1938. Por su precio no he podido todavía conseguirla. No tengo una pieza favorita y dentro de mi colección tengo predilección por el periodo de Alfonso XIII.

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MIGUEL ARIAS TORRES

La certificación de billetes y monedas se convertirá en algo imprescindible 

Miguel es Economista, Asesor Fiscal y Auditor de Cuentas y la semillita de su pasión por la numismática la puso un set de arranque de billetes de euro que en diciembre de 2001 entregaban los bancos a las empresas. Tres años después este asturiano estaba de lleno dentro del coleccionismo.

¿Por dónde decidiste empezar a coleccionar?
Me centré esos primeros años en las monedas de España de Juan Carlos I y las primeras series de euro de todos los países. En 2004, con la cantidad de variantes de monedas de euro que empezaron a salir y la dificultad de mantenerlas en buen estado (pues los cobres y las aleaciones de las monedas euro pronto marcaban manchas verdes o negras, máxime viviendo en el Norte de España), me desanimé con las monedas y cambié el sentido de mi colección. Empecé con billete mundial, para mí más fácil de conservar y disfrutar.

¿En qué eres especialista?
En realidad no me considero especialista sino aficionado. Centro mi colección en billete mundial en el mejor estado de conservación posible y con especial cariño a los billetes polímero pues son más fácil de encontrar y en buen estado.

¿Recuerdas tus comienzos?
Se remontan al Foro de Afinsa, allí me inicié en el coleccionismo colaborando y organizando compras en grupo de las primeras series de monedas de euro de toda Europa. Organicé compras para un grupo de más de 50 coleccionistas  encargándome de la centralización de la compra en grupo de monedas pero, al poco tiempo, entre que fuimos invitados a irnos de ese foro y el escándalo de dicha empresa, trasladamos todo nuestro operativo a anversoyreverso.com -actualmente reversoyanverso.com. Al cambiar mi afición por los billetes organizaba compras en grupo para casi un centenar de coleccionistas y así arrancó la parte principal de mi colección mundial de billetes. Ciertamente eran billetes muy asequibles, a precios que hoy en día darían risa, y en calidades SC. Los portes eran muy reducidos y el IVA o aranceles en frontera eran prácticamente una anécdota que difícilmente te tocaba pagar. 

¿A lo largo de estos años reconoces errores que no cometerías hoy en día?
Muchos, fundamentalmente pretender tener al menos un billete de cada país existente o extinto. Fue el principal error y frustración de mi colección puesto que es una tarea casi imposible al no existir billetes de todos los países o algunos a precios inasumibles por su denominación o por haber dejado de emitirlos hace muchos años.

Un consejo para los principiantes…
Planificar la colección y marcarse metas asumibles y con plazos razonables, pues intentar abarcar mucho y rápido solo es amontonar objetos. Coleccionar es una labor que conlleva organización, clasificación, formación y aprendizaje, sin que haya prisa en conseguir un reto para pasar al siguiente.

¿Cómo crees que está evolucionando el mercado y hacia dónde vamos?
Pese a que algunos ya veíamos la importancia de la certificación de billetes o monedas, es algo que creo se impondrá para piezas de valor medio, alto y muy alto, haciéndolo imprescindible. Si añadimos que hoy en día muchos países están planificando y estudiando no solo pasar al billete de plástico – polímeros – si no que en muchos casos y a no muchos años vista eliminar el dinero físico, tanto monedas como papel, los coleccionistas futuros tendrán menos emisiones nuevas y más tipo conmemorativa no circulante.

Seguramente el mercado se volcará en billete no contemporáneo y volveremos a buscar billetes que se convertirán en clásicos por no ser reemplazados y desaparecerán los contemporáneos – futuros. La combinación de certificación y desaparición o reducción sustancial del dinero físico será un reto para los coleccionistas de difícil previsión, aunque esperemos que aún le queden varias décadas para sustituir el dinero físico por el intangible.

Los precios han sufrido en nuestra opinión grandes aumentos. ¿A qué crees que se debe?

Es la propia evolución del mercado, pero ningún mercado sube eternamente, se han acumulado varias causas: la falta de rentabilidad de otras inversiones y la búsqueda de nuevas formas de inversión y, por qué no decirlo, en ocasiones coleccionar tiene poco de racional y el precio si el bolsillo lo soporta no es un freno puesto que en nuestra irracionalidad necesitamos cubrir ese hueco en nuestros álbumes o al menos intentarlo.

Todos hemos sufrido evoluciones favorables y desfavorables del mercado numismático o notafílico y depende de si tu colección la planteas como una inversión o como una afición. Por tanto, tienes que saber cuál es el momento de comprar, esperar o vender.

¿Estamos ante una burbuja?
No considero que se trate de una burbuja, más bien un escalón que tendrá un parón tarde o temprano, pero es más un deseo que una realidad, pues la proliferación de subastas suele tender a aumentar los precios más que a estabilizarlos. El propio sistema incrementa los costes con comisiones bilaterales a comprador y vendedor, la necesidad de certificar y los portes y seguros, lo que hace que las buenas piezas deban salir a precios que cubran la inversión y los costes de la venta.

¿Qué es lo más excepcional que tienes en tu colección?
Mi colección no tiene gran rareza dado que no se ha centrado en billete clásico, al ser billete internacional contemporáneo pocas piezas pueden considerarse raras o imposibles. Podríamos decir que lo más extraordinario o que más desembolso económico de mi colección es:
Islas Maldivas 5000 Rufiyaa 2015 Pick 25a en cartera
Groenlandia 25 Ore 1913 Pick 11b 2 unidade sin cortar UNCUT SC-
Faeroe Islas 200 Krone 2011 Pick 31a PMG 70EPQ
Y, además, las primeras planchas de cada firma de billetes Euro España.

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JAIME SANZ

Lo bueno de la notafilia es que no hay inversores, solo coleccionistas

Comenzó su afición al billete en Nueva York, donde vivió una buena temporada, visitando mercadillos en los que encontraba billetes curiosos de países ya extintos como British Borneo, Biafra o Katanga. Además, como economista y banquero, pronto se aficionó también a los billetes hiperinflacionarios de Sudamérica.

¿En qué se centra tu colección?
Hasta hace algunos años he sido generalista del billete, coleccionando el mundo entero. Poco a poco, y en parte debido a la enorme subida de los precios, me he ido especializando en las áreas que ahora me interesan más: África, Centro América y los billetes locales de la guerra civil española.

 ¿Consideras que a lo largo de estos años has cometido muchos errores? ¿Cómo ayudarías a evitarlos a los que están empezando?
Al principio se cometen muchos errores, pero no me arrepiento de ellos porque siempre te enseñan algo. Comprar algunos billetes falsos, por ejemplo. Pero también vender algunos billetes demasiado rápido. La impaciencia suele  citarse como un error de principiante, pero eso no lo tengo tan claro. Me arrepiento más veces de haber sido paciente y dejar pasar billetes que luego no he vuelto a ver que de haber comprado algunas cosas sin pensarlo dos veces. Lo que recomiendo a quienes están empezando es estudiar mucho, hacerse con muchos catálogos y referencias, hacer buenos amigos con conocimiento y tratar de comprar la mejor calidad posible.

¿Cómo ves el futuro del mercado notafílico?
 
En la faceta que a mí me interesa, el hobby evoluciona claramente hacia la calidad y la rareza. Cada año se valoran más los ejemplares raros y en alta calidad. Tanto cuando compro como cuando vendo en las ferias internacionales o en subastas, lo que todos buscamos son los billetes raros y en grado alto. En mi experiencia, es más difícil comprar (y mucho más fácil vender) un billete de €1000 que uno de €200. En un mercado donde priman rareza y calidad, está claro quiénes están siendo los grandes ganadores: las casas de subastas y las casas de graduación.

Dada la subida de los precios, ¿consideras que estamos entrando en una burbuja?
Los precios han subido mucho pero no creo que estemos en una burbuja. En mi opinión la notafilia tiene dos grandes diferencias respecto a la numismática y otras grandes áreas de coleccionismo: primero los precios para piezas ultra-raras siguen siendo bajos. Hay muy pocas áreas de coleccionismo donde se puedan adquirir piezas de las que solo se conocen 5-10 ejemplares por pocos miles de euros. Y segundo, en la notafilia no hay inversores. Cada vez que suben los precios en alguna subasta hay gente que lanza los brazos al cielo porque los inversores están detrás. Esto no es cierto. En la notafilia esencialmente somos todos coleccionistas.

¿Alguna pieza rara con la que cuentes en tu colección?
He visto piezas muy raras y, afortunadamente, he podido añadir a mi colección algunas de ellas, especialmente de África. Billetes que se daban por desaparecidos de East Africa de los años 1920, billetes de Zanzíbar o billetes de las colonias Portuguesas en África del siglo XIX. En España he podido tener algunos clásicos muy raros o piezas como la Dama de Elche o el Fortuny. También tengo docenas de pruebas o modelos únicos de billetes sobre todo de África que son una gran debilidad mía.